El Guardián de las Leyendas

enero 31, 2010

«¿Cataclismo o Catalizador?»

Una de las cosas que más me gustan es el lore especulativo. Considero que hay una buena base de historia sobre la que imaginar mil posibles sucesos.

Recientemente, Burroughs me ha pasado una lectura, como poco, interesantísima. Cataclysm or Catalyst?

Él se está currando una traducción decente, mientras, yo le robo algo de protagonismo y lo analizo por mi parte.

Para los que no estén muy puestos en la lengua de Shakespeare, a grandes rasgos dice lo siguiente:

«Los Titanes encerraron, ya que no pudieron matar sin sacrificar Azeroth, a los Dioses Antiguos. Desconociéndose el número exacto de ellos, podemos suponer que sólo existen aquellos de los que hemos oído hablar.

Calculando surgen cuatro Dioses Antiguos, C’thun, enterrado en Silithus. Yogg-Saron, encerrado en Ulduar. El que está empalado por la Espada del Maestro, en Costa Oscura. Y la presencia maligna que los elfos nobles sentían en Quel’Thalas.

Si situamos unas marcas de posición en el mapa, se empieza a ver un patrón, dos en Kalimdor, uno en Northrend, uno al norte de los Reinos del Este… espera, ¿no faltaría un quinto al sur de los Reinos del Este?

Éste es uno de los puntos principales de la especulación: Bosque del Ocaso. Humanos enloquecidos, misteriosos jinetes, una nueva maldición ferocanis, un aura de maldad en general que cubre todo el bosque… por no hablar del volcán en cuyo apagado cráter se haya uno de los portales al Sueño Esmeralda, lugar en el que también parece existir la corrupción de los Dioses Antiguos.

Imaginando que, efectivamente, hubiera un Dios Antiguo oculto bajo el Bosque del Ocaso, en el mapa surgiría un pentagrama, un pentagrama que señala a la Vorágine.

Sin entrar en ese tema, el autor pasa a especular sobre la posible relación entre la cantidad de Aspectos Dragones y la cantidad de Dioses Antiguos… ¿son los Aspectos los vigilantes de las prisiones? Neltharion, Alamuerte, enloqueció por las voces de uno de ellos, ¿podría ser que fuera durante su «guardia»? Todo lo que hicieron Alamuerte y Azshara: diezmar al vuelo azul (enloqueciendo a Malygos… ¿otro guardián menos para estos siniestros presos?), partir el mundo en dos (dañando así las prisiones de estos seres y enfureciendo a los elementos, recordemos, dominados por los Dioses Elementales, tenientes de los propios Dioses Antiguos), el propio Cataclismo… ¿puede todo esto, todo lo realmente malo que sucede en Azeroth (lo de Arthas, si miráis bien, es un potencial peligro, pero que cortamos de raiz, evitando una invasión de la plaga, destruyéndolo en su propia casa) ser tan sólo un plan de fuga para los seres que, si bien fueron derrotados en su momento, no pudieron ser aniquilados (lo que, para seres inmortales, sería una victoria a largo plazo)?»

La idea de que todo lo que ha sucedido en torno a Alamuerte, incluyendo su inicial derrota, de que hasta la destrucción del Pozo de la Eternidad y de que… todo, bueno o malo en su momento, bueno o malo aparentemente, sea, en realidad, parte de un único plan que está saliendo bien… es magistral. Sería coger los cientos de puzzles que forman la historia de Warcraft y unirlos en un único punto, un enorme puzzle… que encaja.

El vuelo negro fuera de combate con un líder, el Aspecto más poderoso desde que utilizó el Alma de Demonio, al servicio directo de los Dioses Antiguos.

El vuelo azul diezmado y con su líder muerto (la batalla de Malygos sería, según el lore, mucho más difícil que la de Yogg-Saron, pues el dragón era el guardián de los guardianes de Ulduar.

Alexstrasza preocupada por cosas mucho más importantes que la plaga, y no parece que su preocupación tampoco fuera Malygos.

Yshera encerrada en su propio Sueño Esmeralda, acechada por un ser conocido como La Pesadilla.

Nozdormu combatiendo al Vuelo Infinito (o dirigiendo ambos bandos en distintas épocas, según algunas especulaciones).

Todo parece apuntar a que los Aspectos Dragones, principales vigilantes de Azeroth, tienen serios problemas para cumplir su vigilancia. Mientras tanto, los vigilantes menores caen bajo el influjo de aquello cuya vigilancia es el motivo de su existencia.

Y a tí te preocupa que la Horda siempre gane en Grito de Guerra, ¿verdad?

Algo que a mí se me ha ocurrido a partir de la idea de unir los puntos en los que se encuentran encerrados los Dioses Antiguos, es que, como seres gigantescos (La saronita, que está por casi todo Rasganorte, es parte de Yogg-Saron. Probablemente el torio también tenga relación con C’thun) que cubren grandes regiones del mundo, el punto de unión, lo que ahora está libre de tierra, lo que ahora se encuentra bajo una tormenta de energías caóticas y, por tanto, lo que ahora sería una muy mala prisión para seres de puro caos; sea, en realidad, el punto en que convergen los cuerpos de los cinco Dioses Antiguos, un punto en el que se podría descubrir que son, en realidad, trozos de un mismo y gigantesco ser, arraigado en lo más profundo del mundo, un parásito que no podría ser extraído sin destruir, no sólo la vida en Azeroth, sino Azeroth en sí. EL Dios Antiguo.

Esta teoría tendría una ventaja que, a su vez, sería una desventaja: Los Titanes vencieron, no sin esfuerzo, a estas diferentes partes de lo que, especulo, es un único ser. Lo que significaría que su total, lo que se pudiera hallar en el centro de la Vorágine, sería mucho más poderoso que cualquier Titán. Esto nos deja un enemigo importante, el más importante. Esa es la ventaja, a nivel de lore. La desventaja es que esto desbancaría a Sargeras como villano final, pues, aunque corrupto y muy poderoso, no deja de ser un Titán. Y no me gustaría que se banalizara la figura de Sargeras.

¿Véis por qué me gusta tanto el lore especulativo?

julio 14, 2009

Bolvar Fordragon, Varok Saurfang y Broxsigar el Rojo

Filed under: Azeroth actual,Humanos,Kalimdor,Orcos,Tercera Guerra — WindJockey @ 3:57 pm

Bolvar Fordragon ha gobernado Ventormenta en ausencia de Varian Wrynn (legítimo rey), ha gobernado junto con el jóven Anduin Wrynn, que era aún demasiado jóven para reinar por sí mismo.

Siempre cerca de ellos, una de las personas más influyentes de Ventormenta (de la casa de nobles, principalmente), ha sido Lady Katrana Prestor.

Bolvar ha sido siempre un soldado leal, sus intenciones eran, de seguro, las mejores. Pero, como tantos otros, cayó en la trampa de Lady Prestor, quien le tenía controlado completamente.

Ciertas acciones llevadas a cabo durante su estancia en el trono no fueron las más adecuadas, y de todas ellas, Katrana, es directamente responsable.

Lady Prestor le convenció para mantener a las tropas en Ventormenta, para no partir en busca del desaparecido rey, ya que los captores podrían intentar atacar a Anduin. Bolvar comprendía que los que habían atrapado a Varian eran individuos con interés en la guerra, es decir, interés en que no hubiera una paz entre Horda y Alianza, que era, entre otras cosas, el motivo por el que Varian había partido hacia Kalimdor.

Una vez descubierta la verdad y tras el regreso del rey, Bolvar partió a comandar las tropas en su expedición a Rasganorte, con la intención de detener al Rey Exánime. Desgraciadamente, durante el asalto a la puerta de la cólera, el ataque de los no muertos de Putress acabó con la vida de Fordragon.

Es muy curioso que Blizzard no haya desarrollado ninguna historia para este personaje más allá de los hechos que suceden en WoW. Hay quienes creen que el Caballero Negro del Torneo Argenta podría ser él. Otros creen que nos lo encontraremos en la Ciudadela Corona de Hielo, como un jefe de raid. Me animo a creer esto último, pues es un personaje que, con mucho mejor carácter que Varian (un rey al que desprecio bastante por su racismo en tiempos de necesidad), ha mantenido la Alianza unida, por lo que merece una muerte más épica (además de añadirle dramatismo a la batalla, al menos, para la Alianza). Por otro lado, las llamaradas de Alexstrasza deberían haber destruido todo lo que quedó de él, a menos que la plaga de Putress actuara muy deprisa y le diera tiempo a levantarse y huir.

Varok Saurfang era el comandante de las tropas de la Horda en la batalla de Ahn’Qiraj, siempre estuvo en Orgrimmar hasta entonces. Se ha convertido, con el tiempo, en un mito para los miembros de la Horda, y es que tenía fama de ser brutal en combate (las comparaciones con Chuck Norris son las más famosas). De él no se sabe mucho, recientemente se ha trasladado al continente de Rasganorte desde donde comanda las tropas de la Horda.

Su hijo vivía en Nagrand (se desconoce la identidad de la madre), pero tras la afrenta de Arthas, se unió a los combatientes de la Horda que viajaron al gélido páramo. Su padre le regaló su antigua armadura para la batalla de la puerta de la cólera donde tuvo peor suerte que Fordragon, ya que no murió por la plaga (dando posibilidad de reencuentro) sino que fue asesinado por el Rey Exánime, quien con frialdad le arrancó el alma del cuerpo.

Una vez más, se echa en falta una historia un poco más profunda, pero en cierto modo, él sí la tiene, pero no es la suya, sino la de su hermano, Broxigar el Rojo.

Brox fue un veterano de las Tres Guerras, fue un gran héroe en ésta última por aguantar heroicamente las hordas de demonios, sin embargo, él no lo vio así, pues fue el único superviviente de todo su ejército, para él, sobrevivir cuando todos mueren de forma noble, es un acto de cobardía.

Cuando los chamanes de la Horda detectaron una anomalía temporal en Sierra Espolón, Brox y un jóven guerrero fueron enviados a investigar. Gaskal, el jóven guerrero, murió y Brox terminó teletransportado al pasado hace 10.000 años, junto con un humano y un dragón (¿Soy el único que ve aquí parte de la historia del Ejército de las Tinieblas?).

En ese pasado, los elfos de la noche le trataron como a un animal (los orcos, al fin y al cabo, son un tanto salvajes, y más si toda su raza está a miles de años de llegar al mismo mundo que ellos). No obstante, Tyrande vio algo en él, algo que le hizo curarle y darle de comer. Brox la llamaba chamán, pues creía que sus poderes provenían de los espíritus. Brox acabó liberado, y marchó junto con otros dos viajeros, Rhonin y Krasus.

Korialstrasz influyó en los elfos para que le aceptaran y le enseñaran a combatir a la Legión Ardiente, además, Malfurion creó para él un arma mucho más poderosa que la que había usado hasta entonces, un hacha hecha de madera que cortaba como el diamante.

Cuando llegó la hora de la verdad, en la última batalla, Brox se dio cuenta de que el futuro dependía de lo que él hiciera en ese combate. También vio que sus aliados necesitaban algo más de tiempo. Sin pensarlo demasiado (al estilo orco), saltó del lomo de Soridormi y cayó a través del Pozo de la Eternidad. Llegó al mundo de la Legión Ardiente, y nada más llegar, comenzó a destrozar demonios, quería impedir que ninguno cruzara, pronto acabó sobre una pila de cadáveres combatiendo solo con su enorme hacha. No tardó en llamar la atención del mismísimo Sargeras, que se acercó a destruir al insolente intruso, Brox consiguió dar un único pero certero hachazo al demonio, haciéndole una herida, leve para su tamaño, que le distrajo los pocos segundos necesarios para que Malfurion e Illidan cerraran el portal.

La muerte de Brox no fue, en absoluto, en vano, por ello logró mucha más gloria de la que jamás habría imaginado, convirtiéndose en el primer y único mortal que hirió al titán caído.

Su historia, aunque legendaria, no llegó a ser muy conocida entre los orcos (ya que la guerra del Pozo de la Eternidad no les incumbió, para ellos, Brox, sólo fue un héroe que desapareció en una misión).

Krasus, disfrazado de chamán orco, le entregó el hacha a Thrall en el presente y le pidió que esta historia fuera conocida.

Su hermano mantiene limpio el nombre de Saurfang en honor a su hermano.

Tal vez, el hecho de conocer que su hermano salvó a todas las razas con ayuda de elfos de la noche, dragones y un humano, sea lo que hace a Saurfang un poco más inteligente que la mayoría de los orcos y respete a las demás razas.

Me resulta interesante esta historia, porque no la conocía.

junio 17, 2009

Dioses Antiguos

Filed under: Azeroth actual,Dioses Antiguos,Kalimdor — WindJockey @ 11:26 pm

Ayer hablé de los titanes, esos seres a los que podríamos llamar dioses de Azeroth. Pero por algún motivo no fueron los primeros en llegar, cuando los titanes creaban el mundo y daban «vida» a sus creaciones de piedra, se encontraron con unos seres (cuya cantidad en número varía según la fuente) que parecían corromper lo que ellos creaban, pero lo hacían de una forma parasitaria que les unía a la vida de los seres a quienes afectaban. Se le dio el nombre de Maldición de la Carne. Viendo esta situación, los titanes no vieron otra solución que encarcelar a los dioses antiguos (que fue el nombre que recibieron estos parásitos).

La cuenta más alta que se ha dado de los dioses antiguos es que eran cinco. De los cuales, se encarceló a tres y dos resultaron muertos (o aparentemente muertos).

Los dos muertos eran: C’thun (que ya comprobamos que no) y «el olvidado», se trata de un dios antiguo que yace en Costa Oscura, atravesado por una gigantesca espada. Se cree que algunos siervos de los dioses antiguos se encuentran en el Valle de los Huesos, en Desolace (unos huesos gigantescos).

Los tres restantes se supone que están encerrados en grandes recintos como Ulduar. Yogg-Saron es sólo uno de ellos. Quedan dos escondidos en los rincones más oscuros de Azeroth.

En cuanto a los dos que ya conocemos:

C’thun (pronunciado kathune) es, como ya he dicho, un dios antiguo al que los titanes creían muerto. Por lo visto se equivocaron. Lleva tantos años como la vida tiene en Azeroth recuperándose y planeando cual será su siguiente movimiento. No se sabe si ordena a los qiraji o si ellos se comportan de forma defensiva, cumpliendo sus planes, por pura exposición a su presencia (bien sabemos lo que hace este ser en las mentes de los mortales cercanos), el caso es que para llegar a él, hay que derrotar a un ejército de esta raza insectoide.

Su nombre evoca claramente la mitología de H.P. Lovecraft, recuerda bastante a Cthulhu y, además, se pronuncia de forma similar (kathulú). Su aspecto, como muchos ya habrán supuesto, es probable que esté más basado en Sauron, del Señor de los Anillos.

Y sólo quedaría hablar de Yogg-Saron

A diferencia de C’thun, éste se pronuncia como se escribe. Este ser se conservaba encerrado en Ulduar hasta hace muy poco, los terráneos (siervos de los titanes) que comentaba en el post anterior eran los encargados de su vigilancia. Por algún motivo, Yogg-Saron ha conseguido liberarse y ha corrompido las mentes de todos los habitantes de Ulduar. Sin embargo, unos cuantos golpes y sus guardianes volverán a la cordura. La saronita, mineral de Northrend, es, de algún modo, obra suya, posiblemente se deba a la corrupción sobre algún mineral o incluso pueden ser restos de él que quedaron esparcidos tras la batalla en la que fue derrotado y encerrado que, con el tiempo, han cristalizado.

El elemento mental de ésta batalla, su nombre y su aspecto también son resultado de la afición de algunos diseñadores de Blizzard a los libros de Lovecraft, en este caso, el nombre provendría de Yog-Sothoth. También podría haber cierta influencia de Sauron en «Saron».

De los restantes dos dioses antiguos que están encerrados no se sabe nada. Ni su nombre ni su lugar de emprisionamiento.

Y sí, ya se que el post de hoy ha sido más breve de lo habitual, ¡pero no todo podían ser tochos!

junio 11, 2009

Dioses Elementales

Filed under: Elementales,Kalimdor — WindJockey @ 1:44 am

Esta vez no va a ser sobre un personaje, sino sobre cuatro. (Si os interesa saberlo, la página de la que me sirvo para escribir es ésta, no voy a definirlos a todos, sólo a los que considere más importantes).

¿Por qué los cuatro juntos y no separados? Porque separados no tendrían razón de ser.

Ah, por cierto, estoy hablando de los dioses elementales.

Ragnaros, Al’Akir, Neptulon y Therazane. Son cuatro nombres de los cuales dos le deberían sonar a todo el mundo (Ragnaros y Neptulon). En World of Warcraft sólo ha hecho acto de presencia el primero, pero los otros tres aguardan su momento de manifestarse físicamente en el mundo (los titanes, cuando llegaron a Azeroth, tuvieron que luchar contra sus formas no limitadas por los elementos, de hecho, su victoria fue encerrarlos en ellos).

Comencemos por el conocido Ragnaros.

Señor del fuego y de la roca fundida, es un imponente ser que se encuentra en el Núcleo de Magma (nunca se ha dicho explícitamente, pero me imagino que se llama núcleo por ser el mismísimo centro de Azeroth).

Aunque en su día no eran más que «compañeros de piso» en Azeroth, su forma elemental les volvió bastante violentos, tanto es así, que Ragnaros consumió a Thunderaan, príncipe del viento (aunque, mediante una serie de quests, es invocable y vencible, con lo que se obtiene su famosa espada).

Ragnaros utiliza a los seres que únicamente pueden sobrevivir en ese ambiente (seres hechos de roca, de lava, de llamas o, simplemente, de una sangre tan fría que necesitan habitar en las profundidades de la tierra, ejemplo de estos últimos, su mayordomo Executus, quien, tras vencer a todos los jefes de Núcleo de Magma, se libera del poder de Ragnaros y decide ayudarnos invocándolo antes de que llegue a su máximo poder).

La influencia de Ragnaros es tal que afecta incluso a los enanos Hierro Negro que habitan en la montaña Rocanegra, es posible que también esté, en cierto modo, detrás de las acciones de Nefarian.

Dejando a un lado su enemistad con la mayoría de dioses elementales y su poder sobre todas las razas que habitan la montaña, Ragnaros tiene una historia bastante poco profunda.

Físicamente surge del centro de magma del Núcleo de Magma y va armado con su fiera Sulfuras.

El segundo en ser diseccionado será Al’Akir, dios elemental del viento.

Es un ser bastante extraño, muy poderoso a la vez que muy frágil. Su poder reside en que todo lo que toque el aire, está bajo su control, no obstante, esto también sugiere que cualquier «daño» al aire, le dañará a él.

De un humor bastante cambiante (como el clima), es un ser temido y respetado a partes iguales por todo ser capaz de volar. No suele dejarse ver (posiblemente tenga más facilidad para «desvanecerse» que un ser hecho de roca fundida), y, por tanto, no suele ser necesario para nadie ni nada hacerle frente (claro que, enfrentarse a él es una cuestión que depende más de él que de quien sea el incauto que ose hacerlo, ya que será capaz de desviar cualquier tipo de hechizo y podrá mandar volando por los aires a cualquiera que se le acerque lo suficiente).

Se sabe poco más sobre este extraño ser. Procura mantenerse al margen de las disputas entre dioses antiguos (a pesar de la ofensa que debe suponer que consuman a alguien de tu especie). No se conoce que utilice armas.

El tercero será, pues, Neptulon, señor de los mares y de los ríos.

Es un ser iracundo, disfruta bastante del placer ajeno. Su ira es temida por cualquier marinero que sepa de su existencia (y tienden a ser todos). Lucha con ferocidad contra los otros elementos en cuanto tiene ocasión (apaga la llama, deshace la roca, frena al viento). Se dice que todo ser que posea un alma y muera en el mar, pasará a ser de su dominio (es, por tanto, de suponer, que su colección de almas será extensa y variada… su uso es desconocido).

Incluso las feroces Nagas y sus temibles leviatanes se someten al poder de este dios. Sólo así son capaces de sobrevivir en paz con él en su propio medio (aunque, dada la situación, sería más correcto decir «en él»).

Neptulon trata de asediar el mundo terrestre constantemente. Se desconoce el porqué de ese odio irracional hacia todo ser no-acuático, pero su ira ha sido causa de terribles eventos como fue la inundación de las ruinas de Tuercespina.

Tampoco se conoce que utilice armas, es más, su poder radica en que no lucha, sino que maneja el mar a su antojo para hundir todo lo que quiera hasta el más profundo abismo. Curiosamente, parece ser que la tierra y el aire le mantienen a raya del mismo modo que él los mantiene a raya a ellos.

Y terminamos con Therazane, señora de la roca y la arena.

Aunque no se ha dejado ver nunca como tal en el juego, hay dos jefes que parecen imitarla. La primera, la princesa Theradras, su hija, reside en Maraudon, tiene un aspecto muy similar, no obstante, su poder es infinitamente menor. El otro es, extrañamente, un ser de otro mundo formado a partir de los restos de las almas de los Tábidos que una vez habitaron el Templo Oscuro, me refiero a Relicario de Almas. Los tres comparten la extraña característica de tener tres caras que representan tres estados de humor fundamentales, ira, pena y pasión.

Le sucede algo similar a lo que ocurre con Al’Akir, su fuerza es su debilidad. Es capaz de manejar la forma de la tierra como plazca (supongo que con mayor poder que Neltharion, aunque, posiblemente, los asuntos mortales le preocupen los suficientemente poco como para dejarle hacer), pero cualquier daño a la tierra, por leve que sea, le supondrá un sufrimiento propio. De este modo, la erosión que ejercen el mar y el aire y la corrosión que ejerce el magma, supondrán para este ser un profundo sufrimiento. No es el más débil, debido a que se encuentra por debajo del mar y rodea al fuego, pero sí es quien más sufre la ira de los otros tres elementos. Se desconoce su ubicación. Probablemente en alguna cueva, fusionada con la tierra a la espera del momento en que sea necesaria una forma física concreta. Sus armas las formará, probablemente, a la hora de combatir, a partir de la roca.

Se abre el turno de preguntas.

junio 10, 2009

Alamuerte

Filed under: Dragones,Kalimdor — WindJockey @ 1:48 am

Bien, ya es oficialmente mañana, o, al menos, mañana respecto de ayer, es decir, respecto del comentario del último post en el que dije… bah, es igual, el caso es que con ese post me di cuenta de dos cosas… que a la gente le gustan los tochos (Freud sacaría muchas conclusiones) y que a mí me gusta hablar del Lore. Y como lo primero, en este blog, sólo sucede una vez cada par de siglos… tendré que dedicar una sección a lo segundo (para postear más a menudo, ya sabéis)

Y la inicio con…

[Redoble de tambores]

¡Alamuerte!

[Se oyen grillos, alguien tose…]

Bien, vale, es de suponer que mucha gente sepa de sus dos hijos (Nefarian y Onyxia), incluso tal vez alguno conozca al padre, pero la historia que hay detrás de este ser se remonta a hace bastante tiempo.

Comienza (como cualquier historia de un malo del WoW) hace más de 10.000 años. Con su nombre original, Neltharion, estaba supuesto para ocupar el puesto de guardián de la tierra (de ahí que los dragones negros rara vez salgan de las cuevas, de los volcanes o de los pantanos, les gusta el contacto con el suelo). El problema llegó cuando llegaron todos los problemas, y es que Neltharion no tuvo la resistencia mental adecuada para soportar la influencia de la Legión Ardiente (o de algunos dioses antiguos, eso no está claro), una mezcla de temor hacia ellos y de simple corrupción se hizo con su control, y ordenó, con aparentes buenas intenciones, la creación del «Alma de Dragón» un artefacto que sumaba parte del poder de los otros cuatro Vuelos. Lo que le situaba con un poder superior a cualquiera de ellos (incluida la propia reina de los dragones, Alexstrasza). Cómo no, cuando llegó la hora de utilizarlo, en plena guerra, Neltharion no hizo uso de ella… no hasta que lo utilizó contra sus propios aliados diezmando así al Vuelo Azul (lo que enloqueció, en parte a Malygos… la otra parte vino por el hecho de que fue la magia descontrolada de ciertos elfos lo que atrajo a la Legión Ardiente, de ahí su reacción paranoica que lo llevará a la muerte en WotLK). Tras esto, Neltharion desapareció, el Alma de Dragón adquirió el nombre de Alma de Demonio, los druidas oyeron en ella las voces de los dioses antiguos, quienes se aprovecharon de su poder para escapar sin necesidad de que nadie les abriera las puertas (por lo que podemos suponer que gran parte de la influencia vino de estos, aunque para crear el objeto, Neltharion utilizó a un demonio de la Legión Ardiente)

Posteriormente, se dice que la magia del dragón modificó el terreno para que las razas pudieran encontrarse y tuvieran que luchar por el alimento (posible origen de la rivalidad entre orcos y humanos).

Años después, regresó en una forma humana. Lord Prestor, Lord Daval Prestor (como dato curioso, Onyxia no iba a ser quien tuviera toda la trama del castillo de Ventormenta, sino este amigo, en el último momento, Blizzard le consideró demasiado relevante para ser el primer boss del juego, y colocaron a su hija en su lugar). En esta forma, Neltharion movió muchos hilos (no voy a comentarlos, no son del todo relevantes, pero están relacionados con Terenas, Rhonin e incluso con los marineros Kul Tiras). Rhonin fue quien descubrió la tapadera y consiguió destruir el Alma de Demonio. Neltharion se vio obligado a huir y permanecer escondido. Aún hoy se desconoce su paradero, pero está bastante claro que el trabajo realizado en la montaña Rocanegra es (directa o indirectamente) orden suya.

Otros de sus movimientos están relacionados con Grim Batol, donde se ha intentado continuar con los experimentos de Nefarian (una raza mixta de dragones, con las ventajas de todos y ninguna debilidad). De esos experimentos salieron los deformes (son fruto de un error, al fin y al cabo) Dracos Abisales (de hecho,  Lady Sinestra, Sintharia, aparentemente, la madre de sus dos hijos, aparece en una misión del Arrecife Ala Abisal). Algunos frutos más de estos experimentos son los Dracos Crepusculares (que han aparecido en esta expansión, Shadron, Vesperon y Tenebron).

De los fallidos experimentos de Rocanegra resalta Chromaggus, que sin ser un éxito, aprovecha bastante bien las habilidades de sus dispares genes mal unidos.

Volviendo con Alamuerte, sólo tengo dos cosillas que decir. La primera, sus heridas le obligaron a que, con ayuda de unos ingenieros (¡¿cirujanos?!) goblin, se sellara un par de placas metálicas en el cuerpo, lo que, teniendo en cuenta que debajo de ellas se ve lava fundida, le da un aspecto bastante amenazador.

Lo segundo es que yo opino (y mi opinión vale lo mismo que un paraguas en pleno desierto) que hay algo detrás de toda la trama, creo que Neltharion no está tan corrompido, tal vez no mintiera del todo cuando dijo que el Alma de Dragón planeaba ser un objeto para el bien común, quién sabe cómo se habría desarrollado la historia de no ser por su supuesta traición, es más, tal vez Malygos habría enloquecido únicamente con la visita de la Legión Ardiente, si su ejército no hubiera estado tan debilitado, ¿creéis que habríamos sido capaces de vencerle?. Y… ¿A qué fin esta dirigido ese ejército de dragones cromáticos? Tal vez sea un método de defensa contra la Legión Ardiente en caso de que vuelva.

Yo dejo caer estas cosas como quien tira una moneda desde lo alto de la Torre Eiffel… no con la mejor intención, pero sí tratando de acertar en la cabeza de alguien.

/me mira hacia arriba

¡Adios! ¡Pues al final me ha salido otro postaco! Por lo visto hoy estoy escritor… bueno… ayer y hoy… bah, paso, que me lio. Deje su comentario cuando oiga la señal… ¡pii!

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